jueves, 18 de marzo de 2010

La Plaza del 18 de Marzo

No eres mi mitad. Eres mi todo. Porque si te vas no queda ni una parte de mí, ni una pobre porción, ni un triste trozo: ni rastro. Desaparezco aquí.

La única posible mitad de cada uno es la Muerte. Muerte es aquella paciente amante que espera a cada uno y llega invariablemente. Que si me lleva, dejo aquí la mitad, pero si te lleva a ti, de mí no queda más que vacío y nada.

Feliz cumpleaños, Luisa.

2 comentarios:

Luisa dijo...

El mejor regalo que me podías hacer: tú.

Julieta Pinasco dijo...

Pulsé siguiente blog en el mío y salí aquí y leí este texto.
La Muerte me ha dejado hace 21 días sin mi mitad y me ha dejado vacía y muerta a mí. Se me ha dado por pensar que los hijos y los hermanos de Mariano lo han perdido a él, pero les ha quedado con quien llorar y consolarse. Yo he perdido a quien alimentaba mi alma y además he perdido a quien hubiera podido consolarme de esa pérdida. No sólo mi mitad.
Gracias.
Julieta Pinasco