sábado, 12 de enero de 2008

La fábula del dictador comunista y el elefante

¿Sabes esa sensación de poder que puede asaltarte -y de hecho lo hace- cuando subes en un ascensor con paredes transparentes? Pues convendría que la conocieras, porque a propósito de este magnificador sentimiento hay un curioso relato que me gustaría compartir contigo:

Se dice que un conocido dictador de extrema izquierda –no necesariamente conocido por nosotros, ni siquiera es preciso que se trate de un dictador de este siglo ni del siguiente- se cruzó, mientras paseaba en un tormentoso día a lo largo de una avenida de la bien avenida capital de su extremadamente-izquierdista estado, con un elefante que, como era costumbre en el país, le saludó con decoro y diligencia, por lo cual el estadista, con el uniforme progresivamente más y más mojado y con algunas gotas distorsionando la visión de las innumerables medallas dudosamente merecidas, no hizo siquiera ademán de interrumpir su militar marcha para castigar una supuesta desconsideración de su poder que, por el momento, no se produjo. Ruego al lector permita la licencia poética que ejercí al introducir un personaje tan absurdo en el relato: es bien sabida la incompatibilidad de un dictador personalizado en un estado verdaderamente de la más lejana siniestra. Después de tranquilizar al lector en este punto (más bien al propio autor), podemos continuar la fábula. Resulta que, cuando el portentoso personaje hubo rebasado al animal, escuchó a su espalda una mal disimulada carcajada. Así la voluminosa bestia se mofaba de la decadente dirección que tomaba el ascensor ocupado por el gobernante, contigua la cabina a la que él usaba.

La resolución de este esópico-samaniego cuento es cómo la felicidad abordó al grandísimo africano al parecerle que su vida ascendía de nivel, estando en realidad estancada, al tomar como referencia la caída inevitable de una autoridad personalista.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y así la oveja volvió al redil, alejándose de la peligrosa influencia del Oscuro y abrazando a sus lectores habituales. Pero un mundo de increibles personajes rellenaba el pellejo del ovino, que cual caballo de Troya introdujo en sus mentes el caos...

Elenthir dijo...

Al principio parecía un poco farragoso, pero en cuanto me he comido un limón me ha encantado.
¡Qué bien te ha sentado colaborar con un genio! xD

McOlhlb, este debe ser escocés, tengo foul de esquimales-escoceses!!

Anónimo dijo...

Bueno nacho despues de pensarmelo durante una semanita e decidido leerlo....y en que hora...solo me e enterado de que carlos hermida iba en un ascensor y se encontró con un elefante nose donde a nose q hora....sabes q los mundanos no entendemos la jerga bohemia...asike desde aqui pido una traduccion ya!!!

saludooos!!!

p.d.: no has ido a clase de nuestro dios, nuestro gran ejemplo enla vida, a qien todo el mundo espera llegar a ser...osea sir alfonso diez jaja, mañana si vas a lengua t veoo!! xao