viernes, 11 de enero de 2008

Capítulo 2º: Quisiera ser tan alto como la luna... pero no tan pálido

¡¡¡Aquí llega lo que todos estabais esperando!!! Ah no, que solo es el segundo capítulo de la historia metiniana.


El viaje fue largo, pero como la nave tenía BlueRay, BlueTooth y BluePeople (según algunas teorías los metinos pueden ser una especie de pitufos, incluso con la misma jerarquía patriarcal) y la SGAE había desaparecido con su planeta, pudieron ver películas como Horizonte Final, Alien o Un padre en apuros, que les hicieron sentir mucho más seguros dentro de sus latas espaciales. Al final encontraron un planeta adecuado, Venus, pero cómo lo había reservado una corporación intergaláctica para un parque de atracciones tuvieron que conformarse con la Tierra, que carecía de vida inteligente, por lo que su tarea sería aún más ardua. Con sus naves puestas según la formación “El lago de los cisnes”, aterrizaron sobre la campiña inglesa y poco a poco fueron descendiendo de sus cientos de máquinas y… muriendo dolorosamente ahogados, pues eran una forma de vida que respiraba metano, mucho más beneficioso para los poros y las pieles grasas. Toda una raza podría haber perecido en este desafortunado fallo de cálculos, pero el destino quiso que algunas de las naves fueran ingeridas por las vacas que pastaban en esos campos y que, ¡bendita casualidad!, tenían problemas gastrointestinales en forma de ventosidades, de manera que en el sistema digestivo bovino aprendieron a gestionar las pequeñas cantidades de metano producidas por los organismos vivos.

Con el tiempo los metinos fueron conquistando sistemas digestivos con su tapadera E. Coli Enterprises, hasta que llegaron al colon de un humano y se dieron cuenta de que era la especie adecuada. Desde entonces, cada vez que tienen oportunidad, ya sea mediante combustión externa (en el retrete) o interna (cuando los gases escapan de nuestro cuerpo en la cama, debajo de la manta), tratan de ponerse en contacto con nosotros para hacernos más evolucionados y sabios. Pero la falta de metano en nuestra atmósfera los vence una vez han solucionado parcialmente nuestras dudas.

Una historia dura y conmovedora, y llena de pequeños héroes azules, pero que nos puede ayudar a conocer nuevos métodos para que los cereales no se ablanden en la leche caliente. Ahora acabo de meter a un voluntario en una cámara estanca que llenaremos de metano sacando todo el oxígeno para poder hablar con ellos; estamos impacientes por el resultado de este experimento…

2 comentarios:

Elenthir dijo...

Muy agradable la colaboración, en espera del próximo proyecto transfronterizo xD



P.D: esta vez la "palabra de seguridad" mola, uwzrel, me suena a gremlin...nose... mis conexiones sinapticas que son muy caprichosas...

Anónimo dijo...

Todo llega, hasta mi actualización y mi comentario en este espacio.

Tiene mucha gracia este texto por entregas, a ver si haces lo que te dije, que yo soy vago y además no tengo tiempo (mentira lo último, pero bueno...)

Un abrazo fuerte!