viernes, 9 de noviembre de 2007

Tus ojos.

Tus ojos. Tus ojos. Tus ojos son... emocionantes. Creo que esa es la mejor palabra para definirlos. Son de un color indescriptible. No sería capaz de explicarlo. Bueno. A lo mejor sí. Son del color de mis sueños. Un color tan maravilloso que ni el mejor pintor quien quiera que fuera (acaso Monet, Manet, o algún otro inspirado francés; acaso el loco desorejado o algún español maño, sevillano o malagueño) llegó a fantasear con pintarlo. Seguramente Dios, si existe, compartirá tu color de ojos. Sólo así entendería cómo ha llegado a despertar tanta fe en el mundo, tanta devoción. La misma que me infundes tú cuando me miran apasionados. Tus ojos.

Tus ojos me hacen soñar. Y pensar. Son como un libro hermoso, muy hermoso, pero escrito en otro idioma. Uno exótico y vivo. De manera que solo aquellos que hayan aprendido a leer en ellos serán capaces de apreciar su verdadera belleza. Menos mal que me apresuré a entender tu lengua.

Tus ojos. Tus ojos. Tus ojos son…

¡Ay! ¡Lo siento! Quedé embobado.

Son como los amuletos. Déjame explicarme. Los amuletos no tendrían el mismo valor si los poseyera una persona distinta a la que, de hecho, los posee. Así son tus ojos. Te pertenecen a ti y, de ese modo, también a mí. Y nada, a mi parecer, les da tanto valor; ya que no sería capaz de escribir más de dos líneas sobre unos ojos que no me pertenecieran, al menos, en potencia. De hecho, cómo sufriría si alguien escribiera sobre estos mis ojos y los tuyos (no te ofendas con esto) más allá de explicar su más llana apariencia. Podrían tratar su color, su forma, su tamaño. Pero ¡ay si intentaran mentir sobre quién es su dueño! Su dueño no puede ser otro que el que más mira por ellos: Yo.

3 comentarios:

Leteo dijo...

Pienso dosificar con cuenta gotas la publicación de entradas, porque si siguiera el ritmo de Ana me quedaría en el paro bloggero.^^
Espero que os guste, aunque algunos ya lo hayáis leído.

Loren dijo...

El ritmo de Ana sólo es comparable al de César Vidal.
Ya lo había leido y me había gustado mucho, aunque veo que nos has modificado lo que hablamos (alumno: eres un vago y mi compromiso es decírtelo)

De todos modos, me alegro mucho que te hayas decidido a abrir un blog. Ahora ya sabes: a cambiar cromos, yo te leo y tú me lees.

Abrazos inaugurales!

Anita dijo...

El mio mola mas!!! :P

Un beso de ojos!