viernes, 22 de mayo de 2009

Baja laboral

El primer día de “desintoxicación social”, como Conejo dio en llamarlo, se despertó muy temprano y, pese a estar una hora dando vueltas con las sábanas, no logró cazar ni un bostezo rezagado de la manada. Finalmente capituló, se levantó refunfuñando, dio un descalzo puntapié involuntario al marco de la puerta y llegó dando saltitos a la cocina. Se preparó un nutritivo desayuno a base de café con hielo y tabaco y encendió el televisor para apagarlo de inmediato. La programación matinal los días de diario es infame. Después de quemar dos de ésos con la mirada centrada en la esquina agrietada de un azulejo, se decidió a bajar a la tienda de ultramarinos a por el periódico y cerveza, que no era plan empezar con whisky tan de mañana.

Por las pesimistas portadas de la “prensa seria”, acabó leyendo los chismorreos de la prensa deportiva sensacionalista, lo cual le deprimió más, seguro, que si hubiera cogido La Verdad, con un atentado, una muerte violenta y una entrevista a varios congresistas (‘continúa en la página 14’) en primera plana. Incluso recortó un artículo para poder quemarlo cuidadosamente.

[Otro aperitivo del proyecto de novela.]

2 comentarios:

Alejandro Tejedor dijo...

Tiene buena pinta! En serio! Me leí el otro pasaje también y me han gustado ambos dos. A ver si lo terminas pronto ^^

anacabs dijo...

Mmm...me suena me suena..y suena genial, a ver si le vamos dando forma, eh amigoo?? jaja 1bs!