martes, 2 de febrero de 2010

El topo moribundo

Sin gafas ni lentillas soy como un topo, buscando túneles entre sábanas. Buceando sin oxígeno, tarareando. "Soy minero y verás qué pena me da si se me muere el canario".

Con las manos sudadas resbalo y patino. Soy ridículo. Pero puedo tirarme por el tobogán y acabar en la piscina. Aunque no tenga agua. De cabeza.

Los egipcios escribían antes con jeroglíficos, pero el Ministerio de Defensa francés dice que se les han acabado las rosetas.

Un día, mañana por la mañana, te contaré la historia de una rata excavadora que hablaba (con) lenguas muertas y un día, mañana por la mañana, fue a morir enterrada bajo el viejo lecho seco de un mar muerto, seco y enterrado.


[Ésta es la centésima entrada del blog... Yuju, ¿no?][Feliz, feliz no-cumpleaños]

2 comentarios:

Pablo Álvarez dijo...

Felicidades por el centenario.

Todos somos unos topos. Ojalá pudiera hacer túneles hacia otras sábanas.

P.D: Pa' que luego me digas

Jesús V.S. dijo...

Feliz feliz no cumpleaños amigo. =)