Hazme caso, es peligroso. No te fíes nunca. Porque quien tiene relación con un escritor ya estará expuesto para siempre. Da igual que consideres que no tienes ningún interés, un escritor puede utilizarte en cualquier momento. Puede describirte de pasada, para enriquecer (sin cocer) un relato, o hacer un especial sobre tí, volverse monotemático. No depende exclusivamente de él, de hecho, no es culpable de nada. Si no quieres verte retratado no te pongas frente a la cámara.