martes, 24 de marzo de 2009

Solo con una

Llevo varios días sin escribir nada. Nada de nada. Y cuando pienso en apoyar el puño en la hoja cuadriculada no consigo imaginar más que una palabra. Siempre visualizo los mismos feos trazos de mi caligrafía manuscrita, sin saber siquiera qué quiere decir ni qué puede transmitir. ¿Qué cojones voy a contar con una sola palabra?

Y puedo ver la tinta corrida en el papel arrugado que crepita desdoblándose en la papelera. Líneas enteras, párrafos, páginas y cuadernos. Una sola palabra repitiéndose continuamente, letra por letra, hasta el infinito, en distintos tamaños y tipos de letra (MAYÚSCULAS, minúsculas, cursivas), pero siempre la Única. Hojas y hojas en blanco, llenas de surcos, cuando se secan los bolígrafos, a la espera de los que siguen. Y los libros de las estanterías, desgarrados en el suelo, superpuestos mis renglones a la tipografía negra que, si uno se concentra, aún se puede leer (solo quedan ahora rotuladores verdes) y Michael Ende perdiéndose en su propia Historia.

Ya sin papel ni tinta las paredes brillan rojas rezando en voz baja, musitando la palabra, mientras yo la grito a través de mis dedos y sus uñas rompiéndose a lo ancho de los rugosos muros. La angustia del que escribe. Al fin las muñecas quietas y la espalda en el suelo, mis labios esbozan repetidamente la mueca que precisa este verbo maldito, con altibajos, eso sí. Tan pronto murmurando en la noche de una playa desierta de vivos a las estrellas, como gritando sobre montañas nevadas de semen a los vientos silenciadores. Hasta llegar el momento en que solo el susurro es posible, entre los labios apergaminados (por desgracia, no lo suficiente para escribir aliviado sobre ellos), blanquecinas las comisuras, y perderse el texto, acabarse el cuento vocalizando un estertor y un punto y final.

"Farsa".

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ves? termino cumpliendo, jaja. Sólo quiero que sepas una cosa: estás como una puta cabra! jaja pero bueno, me caes bien...=)

Loren dijo...

Veo que has cumplido los deberes.
Las clases de nuestro querido Henry dan para mucho...

Abrazotes

Elenthir dijo...

Es como cuando en The Sandman, el que tenía esclavizada a la musa es castigado por Sueño y no puede parar de escribir, pero completamente distinto. Lo que yo decía, igual.

Leteo dijo...

Jaja, a mí también me recordó a ese número...

Doxa Grey dijo...

¿He oído The Sandman? :P. ¿y Michael Ende? Me gusta. La angustia, la obesesión. Y los adjetivos :P

¡Saludos!