miércoles, 7 de mayo de 2008

El Starbucks es lo que tiene...

-Te han puesto aquí tu nombre.
-Es como un autógrafo pero hecho por otro.
-Vamos... un grafo...
-Querrás decir un heterógrafo.
-No. Un grafo. Como "autobiografía", que viene de "biografía".
-Pues no, porque una autobiografía no es lo contrario de una biografía. ¿Sabes? Tienen que ser contrarios... Si un autógrafo es un grafo hecho por uno mismo, un heterógrafo es un grafo hecho por un hetero...
-Ejem...
-Sí, bueno, tú ya me entiendes. En fin, que ese café me correspondería a mí.
-Pues hala, toma.
-No, no. Te lo regalo... Si es que soy muy complaciente.
-Sí, y muy autocomplaciente también.
-Jaja, desde luego. ¡Aunque lo que más soy es biocomplaciente!

[Y a buen encendedor, pocas palabras gastan... (o algo así).]

martes, 6 de mayo de 2008

Dejad que los niños se acerquen a mí.

-¿Tú tienes papá?
-Claro que tengo.
-¡Anda! Yo pensaba que tú eras un papá...
-Jaja, pues no. De todas formas los que son padres también tienen papás.
-Sí. Se llaman abuelos.
-Claro. Incluso los abuelos tienen papás también. ¿Sabes cómo se llaman?
-Pues claro que lo sé: ¡El papá de los abuelos es Dios! ¿Pero cómo se llaman los abuelos de Dios?

Me controlé para no explicarle que Dios no tiene abuela.

[Por favor, caballero, guarde silencio: el niño tiene la palabra.]