domingo, 5 de octubre de 2008

Howard, el humilde campesino. 1er capítulo. Parte 1ª.

[Escrito por Sergio Galán, Jorge Bibián y el menda].

Todo sucedió en un pequeño pueblo al sur de Oklahoma, donde los vientos corrían y los bisontes pastaban. Howard era un humilde campesino, vivía en una pequeña cabaña en medio del bosque de Yellowstone, hecha con cuatro palotes de madera del parque de Yellowstone y clavos de Wisconsin (California). Ahí vivía en compañía de su familia: su mujer Rigoberta (alias Rigo), el pequeño Tobías y su perro, llamado Rufo, por su parecido con el presidente. Entre Howard y su querida Rigober intentaban sacar adelante al pequeño Tobi, el cual nació con una malformación congénita por la cual en el brazo, en lugar de una mano, tenía un pie y en la pierna, en lugar de un pie, una mano. Todos sus amigos decían que era el rey del Twister. Por algún extraño motivo siempre ganaba. Lo peor de todo es que sus amigos eran unos monos amazónicos que habían ido a parar al parque de Yellostone tras estropearse su furgoneta por haber atropellado a Rufo.
El otro especimen de la casa era el guardián de la fortaleza. Su nombre era Rufo. Murió hace cosa de tres horas por un casual accidente: iba tan feliz por el suelo de la chabola cuando tropezó con el pie de Howard, el cual le confundió con otra cucaracha digievolucionada, en ese momento, por una casualidad desconocida, Howard empuñaba el mayor sable de todo Wisconsin (California). Aterrado por la presencia de la supuesta cucaracha de ocho metros de longitud, le atestó sesenta y nueve puñaladas y tres tiros de escopeta. Cuando el resto de la familia se enteró, el pequeño Tobías lloró desconsolado sin consolador alguno. No se explicaba cómo su padre había podido acribillar a su mejor amigo con ese machete tan enorme, que parecía el nardo de Rocco Sigfredi.


Continuará...

3 comentarios:

Jesús V.S. dijo...

Jajaja, el rey del twister. Me mató. :)


Mañana nos vemos, claro. Un abrazo.

Dibujante dijo...

vaya fumada llevariais encima...jajajaja

Elenthir dijo...

Por fin algo serio y veraz y no toda esa bazofia que dicen por la tele. Esta historia es cierta, a mi me la contó un ser extraño una vez que fui a Madrid...